A partir del pasado 1 de septiembre ha entrado en vigor el acuerdo entre la Unión Europea y Australia para regular el comercio de vino entre ambos países.
Este acuerdo, que sustituye uno anterior del año 1994, tiene como fin la protección de las expresiones tradicionales de los vinos europeos y su diferenciación con respecto a los australianos.

Firmado hace dos años por la anterior comisaria de Agricultura de la U.E. Mariann Fischer Boel y el ministro de exteriores australiano Stephen Smith, este acuerdo fue fruto, según sus responsables, de un clima de entendimiento en el que se buscó favorecer a ambos países. El acuerdo contempla la supresión gradual de las denominaciones `Jerez´, `Champagne´ y `Oporto´ en el etiquetado de los vinos australianos y de otras expresiones tradicionales de los caldos comunitarios como el español `Amontillado´, el francés `Claret´ o el alemán `Auslese´, que se hará efectiva a partir del 1 de septiembre de 2011.
De igual forma, el convenio protege el régimen de etiquetado del vino comunitario y establece las condiciones necesarias para que los vinos australianos puedan llevar los distintivos `cream´o `vintage´ en la botella.
En lo que atañe a los vinos españoles, cerca de 40 expresiones tradicionales para nombrar el tipo de vino han quedado protegidas por este acuerdo, incluyéndose el distintivo de Denominación de Origen, D.O. Ca., así como las diferentes categorías que afecta a prácticamente todas las denominaciones de origen de nuestro país. Para Dacian Cioloþ, actual comisario de Agricultura de la U.E., este tratado protege los intereses europeos estableciendo salvaguardas para las Indicaciones Geográficas de los vinos comunitarios tanto en Australia como en el resto del mundo.
El pasado año las exportaciones de vino de Australia a la Unión Europea supusieron 643 millones de euros, registrándose tan solo 68 millones de euros a la inversa.