Rías Baixas todavía no ha dado por cerrada la vendimia de este año, pues todavía quedan algunas bodegas en las que se sigue trabajando en la recogida. Pero las cifras son ya de lo más positivas. Según el balance realizado por el consello regulador de la denominación de origen, la producción del 2010 ha logrado superar ya todos los récords. 31,5 millones de kilos de uva han entrado ya en las bodegas de Rías Baixas, un millón más que en el 2006. Fue hace cuatro años cuando la denominación de origen del albariño logró superar todas sus marcas. Entonces, muchas de las bodegas se quedaron pequeñas para poder acoger una cosecha que destacó, por encima de todo, por su cantidad. Treinta millones de kilos de uva llegaron entonces a las cubas de la denominación de origen. Cifra que convirtió a esa producción en la más abundante de toda la historia de Rías Baixas. Cuando comenzó la recogida de este año, las previsiones más optimistas apuntaban a que la del 2010 sería una cosecha para batir récords. Y aunque después de los primeros días de vendimia todo parecía indicar que no se iban a superar los treinta millones de kilos, al final sí se ha conseguido. El consello regulador ha hecho un balance provisional de la vendimia de este año. Hasta el momento, en las bodegas hay más de 31,5 millones de kilos de uva, un millón más que hace cuatro años. Una cantidad que, advierten en el consello, podría aumentar durante los próximos días, pues todavía no se da por cerrada la recogida de este año. Y es que en las vides de la denominación de origen quedan todavía las variedades tintas y algo de las blancas que las bodegas reservan para elaboraciones especiales como los vendimia tardía. Vendimia tranquila Desde el consello regulador destacan, un año más, que la recogida de la uva ha transcurrido de manera tranquila. Las tareas de vendimia se prolongaron durante un mes y la buena climatología que reinó durante los días de trabajo más intenso permitió que la labor se adelantase con respecto a las fechas tradicionales en las que se desempeña esta tarea en la denominación de origen. Al igual que en ejercicios anteriores, el consello puso en marcha un amplio dispositivo de vigilancia, en colaboración con la Guardia Civil, para garantizar que toda la uva que llegara a las bodegas provenía de las plantaciones autorizadas. Y, como ya es habitual, no se registraron incidencias destacables.

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